” ALMACENAMIENTO EN LA NUBE INFORMÁTICA”

Con el tiempo, a la educación superior se le ha reconocido como uno de los pilares del desarrollo de la sociedad, en cuya transformación han contribuido las universidades a través de los vínculos entre el gobierno y la industria, los investigadores y los estudiantes. La tendencia observada durante los últimos años es la transición de las universidades en un proceso de actualización continua dentro de lo que se conoce como TI (tecnología de la información), como base para las actividades educativas y de investigación.

Con la evolución de la tecnología, el número de servicios que migran de lo tradicional a lo digital crece día con día. Para que estos servicios se proporcionen en una forma adecuada deben encontrarse en el entorno digital, utilizando las tecnologías apropiadas y garantizando el acceso rápido y fácil a una gran cantidad de usuarios. Con base en esto las unidades de información implementan servicios enmarcados dentro del contexto de las TI, tomando siempre en consideración los aspectos referentes al costo-beneficio.

Debido a la situación económica de nuestro país, en este momento las universidades enfrentan un dramático aumento de costos en el proceso de educación y la disminución del presupuesto asignado, lo que conduce a la presión por encontrar medios alternativos para alcanzar su objetivo, que es el de formar estudiantes y llevar a cabo la investigación. En esta situación, las unidades de información son por lo común las primeras en la lista de recortes presupuestales, lo que provoca desabasto de información y de mecanismos para facilitar su flujo.

Como respuesta a estas presiones, las universidades también deben realizar cambios con el fin de reorientar sus servicios para optimizar con eficiencia y eficacia tanto las operaciones internas como las interacciones con los principales grupos de interés. Por su parte, las unidades de información deben orientar sus servicios y llevar a cabo diversas actividades para preparar al personal que ahí labora y a los usuarios de la misma, y de esta manera contar con las características para ser incluidas en el proceso de reajuste institucional (en términos de estrategia, estructura, cultura y procesos), pero también en lo referente a la tecnología (de acuerdo con la semántica, las aplicaciones, la arquitectura y la infraestructura de las instituciones modernas).

A nivel de organización, la nube computacional (cloud computing) se puede considerar una alternativa de utilización de las TI para el entorno educativo, sobre todo en las condiciones actuales de carencia de recursos financieros.

En el presente, hemos llegado a un punto en el que la nube está entre nosotros de forma definitiva e irreversible. Hace no mucho tiempo que no conocíamos otro servicio de almacenamiento de archivos diferente a Dropbox, y ahora hay tantos, provistos por empresas tan importantes como Google, que cuesta trabajo decidirse por el uso de uno u otro. Y lo más interesante es que para un usuario normal esta nube se puede aprovechar al máximo y con ello dejar de depender casi totalmente del almacenamiento local.

Desde este punto de vista, es importante identificar los datos, servicios y procesos que son candidatos adecuados para residir en la nube, dentro de un proceso de planeación para que la migración tenga sentido desde el punto de vista financiero.

El potencial y la eficiencia de uso de la nube informática en la educación superior ha sido reconocido por muchas universidades debido a que ofrece la posibilidad de concentrarse en las actividades de enseñanza e investigación, y permite a las unidades de información realizar sus procesos de captación, organización y resguardo y ofrecer servicios de información acordes con las necesidades de las universidades. Además, éstas pueden emplear las soluciones de la nube para apoyar, en el aspecto académico, el aprendizaje cooperativo y las teorías de aprendizaje social orientado, utilizando tecnologías informáticas para dar soporte a los métodos de colaboración de la instrucción, por otra parte dar salida más ágil a sus unidades de información para ofrecer servicios de calidad, permitiendo trabajar con otras unidades para ampliar su campo de acción e interactuado para dar soporte a proyectos como el e-learning, proporcionando un servicio de información acorde con la infraestructura, la plataforma y los servicios educativos.

Qué es la nube informática

Es importante resaltar que el término nube informática ha causado confusión a muchas personas. La palabra “nube” se utiliza como una metáfora de internet, su principal objetivo es la personalización y se define por la experiencia del usuario. En otras palabras, los recursos de computación en nube proporcionan información y software compartido a través de internet con un sistema de pago por servicio (pay-as-you-go).

El término nube se origina en el mundo de las telecomunicaciones en 1960, cuando los proveedores empezaron a utilizar los servicios de red privada virtual o VPN para las comunicaciones de datos (Kaufman, 2009). Un hecho curioso con respecto a este concepto: John McCarthy opinó en 1960 que el concepto de la computación en nube algún día podría ser organizado como un servicio público.

Nube se comenzó a utilizar con las características que conocemos hoy en día desde el 2006, por proveedores de servicios de internet como Google, Amazon y Microsoft, que habían conseguido construir en sus organizaciones un sistema de recursos distribuidos de manera horizontal, introducidos como servicios virtuales de la tecnología de la información, escalados masivamente y manejados como recursos configurados y asociados de manera continua.

La nube informática también se conoce con otros términos como servicios en la nube, informática en la nube, nube de cómputo o nube de conceptos, del inglés cloud computing.

El Laboratorio de Tecnologías de la Información, integrado en el National Institute of Standards and Technology (NIST) del Departamento de Comercio del Gobierno Federal de los Estados Unidos, ha definido nube informática de la siguiente forma:

“Cloud Computing es un modelo que permite el acceso bajo demanda y a través de la red a un conjunto de recursos compartidos y configurables (como redes, servidores, capacidad de almacenamiento, aplicaciones y servicios) que pueden ser rápidamente asignados y liberados con una mínima gestión por parte del proveedor del servicio” (NIST, 2011).

En otras palabras, la nube informática o la computación en la nube, como la conocen otros autores, se refiere a servidores desde internet encargados de atender las peticiones en cualquier momento. Se puede tener acceso a su información o servicios mediante una conexión a internet desde cualquier dispositivo móvil o fijo ubicado en cualquier lugar. Sirven a sus usuarios desde varios proveedores de alojamiento repartidos frecuentemente también por todo el mundo. Esta medida reduce los costos, garantiza un mejor tiempo de utilización y que los sitios web sean seguros para evitar a los hackers u otros actores que pudieran querer modificar o afectar la información almacenada en la nube.

Según el NIST, el modelo tiene las cinco características esenciales siguientes:

  1. Autoservicio bajo demanda. El usuario puede acceder a capacidades de computación en la nube de forma automática a medida que las vaya requiriendo sin necesidad de una interacción humana con su proveedor o sus proveedores de servicios de nube.

  2. Múltiples formas de acceder a la red. Los recursos son accesibles a través de la red y por medio de mecanismos estándar que son utilizados por una amplia variedad de dispositivos de usuario, desde teléfonos móviles a ordenadores portátiles o PDA.1

  3. Compartición de recursos. Los recursos (almacenamiento, memoria, ancho de banda, capacidad de procesamiento, máquinas virtuales, etc.) de los proveedores son compartidos por múltiples usuarios, a los que se van asignando capacidades de forma dinámica según sus peticiones. Los usuarios pueden ignorar el origen y la ubicación de los recursos a los que acceden, aunque sí es posible que sean conscientes de su situación a determinado nivel, como el de CPD (centro de procesamiento de datos) o el de país.

  4. Elasticidad. Los recursos se asignan y liberan rápidamente, muchas veces de forma automática, lo que da al usuario la impresión de que los recursos a su alcance son ilimitados y están siempre disponibles.

  5. Servicio medido. El proveedor es capaz de medir, a determinado nivel, el servicio efectivamente entregado a cada usuario, de forma que tanto proveedor como usuario tienen acceso transparente al consumo real de los recursos, lo que posibilita el pago por el uso efectivo de los servicios (NIST, 2011).

Hay muchas prácticas y ejemplos sobre el uso de la nube informática. Esto permitió a las instituciones tanto públicas como privadas reducir los gastos de TI (mediante la reducción de las necesidades de la concesión de licencias y la actualización del software), mantener su propia organización de datos, así como mejorar los recursos de TI para las investigaciones y los estudiantes.

Sin embargo, un estudio reciente con respecto al uso de la nube informática en la educación superior muestra que las universidades todavía se pueden encontrar en la fase de "adopción" junto a otros sectores, como el comercial y gubernamental (Katz, Goldstein y Yanosky, 2010). Los factores importantes que influyen en la decisión de utilizar la nube informática en la educación superior difieren un poco de los otros sectores. Así, según Katz, Goldstein y Yanosky (2010), el 70 % de los líderes de TI de la educación superior (de 302 encuestados) han considerado que la mejora de los servicios de TI es el factor de decisión más importante, mientras que sólo el 38 % dio la misma importancia a la reducción de costos.

El uso de la nube informática en la educación superior debe ser analizado tanto desde el punto de vista de los beneficios como de los riesgos y limitaciones (Tabla 1). Aún con las desventajas potenciales que presentan, la computación en la nube y las aplicaciones web van ganando más espacio. Lo anterior deriva de que las empresas que ofrecen estos servicios buscan las maneras de maximizar las ventajas y reducir las desventajas haciendo que la computación en la nube tenga cada vez más fuerza en la World Wide Web.



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